Día 1

Después del nervio de toda una semana, por fin estoy en el lugar.


Todo este día fue uno de locos, arreglar ropa, alistar maletas, verificar hasta el último detalle que pudo ser olvidado en los días anteriores, despedirse de la familia, y la partida.

Es emocionante tener un nuevo comienzo. Siento que la vida es muy bella, y que Dios es muy grande, al fin me ha dado la oportunidad de empezar de cero, lo que siempre he deseado. Sé que no va a ser fácil, pero no pienso en las dificultades sino en los triunfos que voy a obtener.

Tengo metas, y esas nadie me las va a quitar de la cabeza. Tengo todo el tiempo del mundo para desarrollar mi ser creativo y no dejarlo olvidado, ésta es la oportunidad que estaba buscando y no pienso desaprovecharla.

Ya basta de cambiar y cambiar de ciudad, ya basta de buscar amor de casa en casa, ya basta de hacer preguntas absurdas, ya basta de intentar encontrar la verdad o la solución fuera de mi. Aquí la tengo y la voy a hacer real, esto es todo lo que deseaba en la vida, y sé que puede mejorar.



La nostalgia se puede apoderar de mi por momentos, pero no me va a hacer suya. El miedo me toma por sorpresa, pero no me va a poseer. Soy un ser libre de toda atadura y como tal voy a volar por el cielo y voy a buscar un mejor nido, voy a encontrar las mejores opciones y a tomar la mejor oportunidad.

Todo lo vivido antes queda completamente atrás.

Atrás quedaron las risas y los llantos, los abrazos y los besos de los amantes efímeros.
Es tiempo de buscar algo mejor, de encontrar un nuevo sol que queme mi piel, un nuevo frío que agriete mis labios, una nueva lluvia que recorra mi cara, unas manos nuevas que recorran mi piel.